Por Oscar Ildefonso Antezana
oscilante@barcelona.com.ar
En todo el mundo, o al menos en los países donde el fútbol importa, la prensa y los aficionados encontraron, con sospechosa rapidez, decenas de frases y adjetivos rimbombantes para referirse a Leo Messi, el presunto astro de la selección albiceleste. “Pulga genial”, “pequeño fenómeno”, “inimitable duendecillo”, “dribbleante chavalete”, “enano mágico” y “nimiedad apabullante” son sólo algunos ejemplos de la retórica en extremo ampulosa que se ha vertido sobre el jugador. Sin embargo, esta catarata verbal no ha impedido que, en los últimos partidos con el equipo nacional, Messi haya dado una lamentable imagen.
Muchos, o por lo menos bastantes, creen que el dinero en carretilla y la vida de puro boato que llevaría el delantero lo han precipitado en la anomia y en el aburguesamiento definitivo. ¿Es posible que se haya acabado o que esté por acabarse la mentira de Messi? ¿Ya pasó su hora? ¿Vienen tiempos de recambio? ¿Quién puede reemplazarlo? ¿El Barcelona quema a las estrellas, como pasó con Ronaldinho? ¿Cuál es hoy el precio real de Messi? ¿Merece continuar defendiendo la celeste y blanca?
Publicado en http://www.revistabarcelona.com.ar, Una solución europea para los problemas de los argentinos.
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